Agencia de Noticias Hawzah- En una declaración emitida tras el incidente mortal, Hoyyat al-islam Sayyed Abul Qasim Razavi expresó profundo dolor por la pérdida de vidas inocentes y denunció el ataque en los términos más enérgicos posibles. Subrayó que atacar a civiles y lugares de culto va en contra de los principios fundamentales del islam, que enfatizan la santidad de la vida humana, la justicia y la coexistencia pacífica.
"El ataque deliberado contra personas inocentes no solo viola los principios religiosos y morales, sino que también alimenta el odio, la inseguridad y la inestabilidad dentro de las sociedades", dijo el clérigo con sede en Melbourne, advirtiendo que tales actos de violencia solo sirven a los intereses de quienes buscan sembrar división y miedo entre las comunidades.
Razavi hizo además un llamado a los gobiernos e instituciones internacionales para que adopten un enfoque unificado, basado en principios y decisivo para confrontar todas las formas de terrorismo y extremismo, instando a tomar medidas concretas y efectivas para promover la paz, la seguridad y el respeto mutuo entre los seguidores de diferentes credos en todo el mundo.
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán también emitió un comunicado oficial condenando el ataque armado contra la ceremonia religiosa judía en Sídney. La declaración reafirmó la posición de larga data de Teherán de que cualquier acto de terror y el ataque contra civiles es injustificable bajo cualquier circunstancia y debe ser enfrentado con resolución por la comunidad internacional.
En un mensaje publicado en la plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmail Baghaei, denunció enérgicamente el incidente, afirmando que la muerte de seres humanos y la perpetración de actos terroristas, independientemente del momento o lugar, son completamente inaceptables y no tienen justificación moral ni legal.
Según reportes de los medios, el ataque tuvo lugar en la playa Bondi de Sídney mientras se llevaban a cabo ceremonias religiosas judías para conmemorar la festividad de Hanukkah. El tiroteo resultó en víctimas y daños materiales, reportándose una cantidad de participantes muertos o heridos. Varios medios de comunicación en hebreo y australianos describieron el incidente como causante de una significativa pérdida de vidas y heridos.
El Primer Ministro de Nueva Gales del Sur, citando evidencia preliminar, describió el incidente como un posible ataque terrorista e indicó que parecía haber estado dirigido específicamente contra la comunidad judía. La policía australiana ha lanzado una investigación a gran escala para identificar y aprehender a los responsables, afirmando que las indagaciones están en curso y que los motivos precisos y los detalles completos del ataque aún están bajo investigación.
El incidente ha vuelto a generar preocupación por el aumento de la violencia dirigida contra comunidades religiosas y ha renovado los llamados a esfuerzos internacionales coordinados para combatir el terrorismo y proteger a civiles y minorías religiosas en todo el mundo.
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